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La Posada del Potro se impregna de Flamenco
Este corral de vecinos cordobés que data del siglo XV ha sido protagonista de pasajes literarios en obras de tanto calado histórico como El Quijote, de Miguel de Cervantes. Se trata de una vivienda típica que mantuvo su uso como Posada desde su construcción y hasta el año 1972. Su arquitectura tradicional, en torno a un patio central, desde el que se distribuyen las diferentes dependencias en dos plantas ha convertido este recoleto rincón cordobés en un reclamo turístico que transporta a quien lo visita a épocas de caballeros y embozados. Ahora, el Ayuntamiento de la ciudad andaluza ha acometido una rehabilitación, respetando la esencia del edificio y ofreciendo a sus visitantes un valor añadido al convertirla en Casa del Flamenco- Centro ‘Fosforito’. La planta baja pasa a ser el Centro de Interpretación del Flamenco, con cinco salas, y es precisamente una de ellas la que se centra en la figura del reconocido cantaor de Puente Genil, Antonio Fernández ‘Fosforito’, hijo adoptivo de Córdoba. Allí, los admiradores de este artista pueden encontrar objetos personales del cantaor, imágenes, portadas de discos y grabaciones. |
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Aún quedan detalles por terminar en este nuevo centro dedicado al arte flamenco y algunos de los contenidos están pendientes de completar, sin embargo, tras cuatro años cerrada al público, eran muchos los que deseaban poder acercarse a la Posada del Potro en su nueva etapa y disfrutar del duende en este entorno particular. De hecho, ha comenzado la actividad flamenca y actualmente se puede contemplar la excepcional muestra de fotografía del Concurso Nacional de Arte Flamenco 2004 y 2007, de José Nievas y María Moya. La Posada del Potro En la Plaza del Potro, recientemente remodelada y presidida por un potro rampante está situada la Posada del mismo nombre. Se trata de uno de los lugares emblemáticos de la ciudad ya que es uno de los últimos reflejos de la arquitectura tradicional de los siglos XIV y XV. Su singularidad se acrecienta ya que ha sido protagonista de pasajes literarios y tanto la Posada como el barrio son citados por Miguel de Cervantes en Don Quijote y así lo refleja una placa en el Museo de Julio Romero de Torres que data de 1917. Otros momentos históricos han sido protagonizados en esta plaza, algunos de ellos terribles por su virulencia como cuando Pedro I El Cruel hizo honor a su apodo haciendo descuartizar al posadero por intentar robar a un militar a su servicio. |
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