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    Trajes de flamenca Faldas

    Los trajes regionales andaluces, o trajes de flamenca son prendas en constante evolución. El atuendo se remonta a finales del siglo XIX principios del XX, pero desde entonces ha sufrido numerosos cambios que han ido acorde a la época y la situación social de cada momento. 

     


    Traje de flamenca modelo Dalia de la colección de 2017-2018 de Creaciones Mari Cruz.



    El traje de flamenca conjuga tradición innovación, conserva una estructura básica de cuerpo entallado en la cadera, y falda de volantes. No obstante, con los años la creatividad de los diseñadores ha ido fluyendo y muchos elementos han ido cambiando. Desde la combinación de colores y diseños, a elementos como los escotes, las mangas, el tipo de materiales utilizados, todo ha sido susceptible de variaciones. A partir de los años 90, tras una década de trajes recargados de encajes y cintas de raso, se volvieron mucho más sencillos, sin adornos, almidón y con caderas escondidas. Se empezaron a utilizar también telas sedosas, y los colores lisos y lunares comenzaron a ser más comunes. Además, poco a poco se hizo más popular el talle bajo de contorno y los volantes. Con la llegada del siglo XXI se empezaron a rescatar materiales como el popelín, una tela delgada, de tacto rígido, pesada y duradera que tiene un aspecto acanalado fino horizontal. Los nuevos trajes comenzaron a dividirse en dos piezas, y la decoración de lunares se volvió más grande. 


    Como datos interesantes en cuanto a la industria textil, según el Salón Internacional de la Moda Flamenca, el sector de los trajes mueve más de 120 millones de euros anuales sólo en exportaciones, siendo Japón la principal potencia a la que se envían estos atuendos. Al recinto del SIMOF, que cumplió el pasado mes de marzo 23 años en activo, acudieron más de 65.000 personas y 46 diseñadores participaron en el evento. Estos llegaron a exhibir 1.400 trajes en 32 pasarelas profesionales. Y a pesar de que la industria sufrió una caída importante desde que la crisis hizo mella, lo cierto es que la fabricación de trajes de flamenca sigue siendo una de las que contra todo pronóstico ha sabido capear muy bien el temporal. Especialmente porque aunque, si bien hay trajes con precios muy altos, también es cierto que existe una gran variedad para aquellos que buscan algo más económico. La media de precios en trajes de flamenca suele estar entre los 300 o 400 euros y aquellos que pueden llegar hasta los 1.000 o 2.000, dependiendo de su calidad y exclusividad.

     

    Cabe recalcar que en el caso de la alta costura, esta industria se ha empezado a hacer también un hueco y modistos de gran renombre como Yves Saint Laurent o Victorio & Lucchino ya han logrado poner en marcha su propia línea de trajes de flamenca. Asimismo, este negocio se ha expandido hacia la variante escénica, y los diseños de trajes únicos exclusivos para bailoras de gran nivel se han hecho bastante populares. La principal clave ha sido mezclar purismo con innovación.  

     

    Por su parte, las faldas de baile flamenco son un elemento complementario importante dentro de esta industria que también ha cambiado, aunque en menor medida, con el paso de los años. Lo más importante al buscar una falda es que sea cómoda, tenga vuelo para que sea más fácil de manejar y que siente bien a la persona que la utiliza. Las faldas son el elemento clave tanto para alumnos y profesores de las escuelas de baile, como para profesionales que llevan a cabo tipo de espectáculos. Existen, en principio, dos tipos de faldas más comunes: las de ensayo y las de espectáculo o exhibición. 

     

     


     

     

    Falda de ensayo para bailar flamenco modelo Rocío.


    La falda de ensayo suele ser un poco más corta que la de escenario porque sirve para que la profesora puede ver los pies del alumno mientras practica en clase. De este modo, es más fácil corregir los errores cuando se producen, e incluso el alumno puede observarse en el espejo para ver exactamente qué es lo que está haciendo y en qué está errando. Por su parte, la falda profesional es para aquellas bailaoras que las utilizan durante sus espectáculos.

     

    En cuanto a las características esenciales de las faldas, el vuelo dependerá de los metros de tela que se utilicen para fabricarla así como del número de quillas que tenga. Las quillas son esencialmente las costuras verticales que unen las distintas partes de tela que conforman la prenda. Cuantas más quillas más vuelo tendrá la falda. A menudo estas prendas llevan como elemento decorativo volantes, pero las hay también sin ellos. Para que la figura de la bailaora quede estilizada es importante que la falda tenga mucha caída, y esto se consigue con la tela, los godets y los volantes. Los godets son unos pliegues de tela cortados que se añaden en la parte inferior de la falda para darle más vuelo y peso. También es interesante mencionar que algunos modelos llevan canesú, que es la pieza de tela superior que se ajusta a la cadera, y a partir de la cual empieza la parte de la falda en sí misma. 

     

    Aunque es algo sabido por todos, hoy en día existe una gran variedad de faldas con diversos diseños, colores, estampados y tamaños. Como consejo para elegir una falda es bueno no escoger una que lleve dos colores lisos, porque de ese modo los volantes pueden parecer parches. Si eliges un color liso con lunares siempre quedará mucho mejor. No obstante, la decisión sobre cual te conviene más dependerá de tu físico y del nivel de actividad que hagas. Existen faldas creadas para amateurs, semi profesionales y profesionales. Dependiendo del uso que le vayas a dar a la falda, será más recomendable buscar unas u otras. Si estás simplemente empezando no es necesario que gastes mucho dinero en ellas, pero a medida que bailes más una falda de cierta calidad puede hacer la diferencia. Al igual que con los zapatos de flamenco, más allá del diseño, lo importante de una falda es que sea cómoda. En Flamencoexport además, si quieres, puedes customizarlas según tus medidas y tus gustos personales. La ventaja de tener una prenda hecha a medida es que te sentará como un guante y, además, será original. 

     

    La faldas más comunes suelen confeccionarse en tejido de punto, ya que es un material que no se estropea tan rápido, es ligero y tiene caída. La cinturilla suele ser elástica para que se ajuste al cuerpo de la bailora, y, según el modelo, puede incluso no llevar cremallera ni corchetes, por lo que se ajustan bien y se pueden arreglar sin problemas en caso necesario. Es importante, por supuesto, cuidar las faldas para que duren más tiempo en perfectas condiciones. Hay que lavarlas adecuadamente y almacenarlas de forma correcta. Procura no doblarla para no arrugarla, y si es posible cuélgala de una percha para que no se deforme.